Julio César Fernández, director de Desarrollo de Negocio y Soporte de Operaciones de Servicios Tecnológicos de Cecabank.
La forma en que los ciudadanos realizamos pagos y transacciones monetarias ha evolucionado enormemente en la última década, y de forma más acuciada desde la irrupción de la pandemia. Los teléfonos móviles han servido de acelerador de este cambio y se han convertido en un instrumento de pago imprescindible, ya sea para el propio pago en sí mediante la tokenización de nuestras tarjetas y cuentas o para securizar los pagos que realizamos.
Los datos parecen avalar esta tendencia imparable. Según el Global Findex Database de 2021, en la actualidad dos terceras partes de los adultos de todo el mundo realizan o reciben pagos digitales.
En el informe de Funcas sobre la Digitalización financiera tras la pandemia ¿Qué ha cambiado?, publicado en abril de 2022, se indica que el 69,1% de las compras se realizan utilizando medios de pago distintos al efectivo; tres de cada cuatro encuestados usan Bizum.
Bizum con 20 millones de usuarios se ha convertido en un estándar de pago entre personas en nuestro país y es un paradigma de este cambio. Ahora pretende extender este éxito a otros escenarios de pago como el comercio electrónico.
En julio de este año, N26, con Cecabank como partner procesador de dichos pagos digitales, arrancó el servicio Bizum para sus clientes. Con anterioridad, desde Cecabank ya habíamos ayudado a un banco móvil como Orange Bank a iniciar este mismo camino. Lo que nos indican estos movimientos es que Bizum se ha convertido en un estándar de pago en nuestro país, y ninguna entidad puede pretender competir en el mercado de pagos entre personas sin ofrecer esta funcionalidad a sus clientes. Para aquellas entidades que se presentan como innovadoras o disruptivas, especialmente en segmentos de población joven, no ofrecer Bizum ya no es una alternativa.
Desde Cecabank, en nuestra función de banco procesador mayorista y como one stop shop de pagos para el sector financiero, hemos procesado en lo que llevamos de año más de 1.100 millones de transacciones de tarjetas emitidas por entidades financieras y más de 92 millones de operaciones Bizum, con un crecimiento de doble dígito desde la pandemia.
Lo que nos demuestra Bizum u otros métodos de pago como Apple Pay es que para tener éxito en el mundo actual de los pagos digitales hay que: aportar valor al cliente desde el primer momento; su usabilidad debe ser totalmente frictionless; y deben lograr efecto red, es decir, estar disponibles de manera inmediata para un gran número de clientes desde el primer momento. De esa forma, el apostolado del servicio lo hacen los propios usuarios que perciben sus ventajas.
En los próximos años asistiremos a una batalla de esquemas y soluciones que definirá el método de pago digital favorito del cliente. No será como la famosa película de Los inmortales, donde solo podía quedar uno, pero sin duda habrá muchos que se queden en el camino.