Ainhoa Jáuregui (Cecabank): «Continuamente analizamos qué oportunidades de compra nos podrían proporcionar un mayor ritmo de crecimiento o mayor volumen»

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Después de casi tres décadas de trayectoria en Cecabank, Ainhoa Jáuregui asumió en abril el cargo de consejera delegada de la entidad con “ilusión y responsabilidad”. A lo largo de esos años, el banco ha afianzado su posición de liderazgo en España, con más de 273.000 millones de euros en activos bajo depositaría a cierre de agosto de 2025. Un negocio en el que tamaño y escalabilidad son clave. Por eso estudian crecer por la vía inorgánica. “Tenemos tres operaciones sobre la mesa que estamos analizando. Continuamente examinamos qué oportunidades de compra en el mercado nos podrían proporcionar impulso para lograr un mayor ritmo de crecimiento o un mayor volumen en el propio negocio base (la depositaría, la custodia y los servicios mayoristas)”, admite.

Asegura que el banco tiene músculo para hacerlo. “Tenemos una ratio de capital que nos permite invertir sin alterar nuestro perfil de riesgo y vamos a aprovecharlo”, adelanta. Esa base facilita tanto la exploración de nuevas oportunidades como la consolidación de alianzas en ámbitos clave. Especialmente, en el de tecnología y pagos, en los que la colaboración con otros actores se perfila como motor de la innovación.

Un plan estratégico continuista con el negocio base en el centro

Bajo su dirección, Cecabank inicia una nueva etapa que se articula en torno al plan estratégico 2025-2027, que no pretende romper con lo ya construido. “Creemos que tenemos un modelo de negocio asentado, reconocido y con potencial. No es un plan disruptivo, sino continuista”, resume. La ejecutiva destaca el valor de su negocio base como “pulmón de la cuenta de resultados”.

Aunque el mercado tiende a fijarse en las nuevas iniciativas, Jáuregui recuerda que “sin la fortaleza del negocio principal no sería posible sostener el crecimiento”. La hoja de ruta incluye dinamizar varios proyectos de calado ya en marcha. En primer lugar, la apertura de la sucursal en Luxemburgo materializada en 2025. Esta busca tanto “acompañar a nuestros clientes como posicionarnos en un nicho de mercado en el que los grandes players internacionales no ofrecen la flexibilidad de la que disponemos entidades con un tamaño más modesto”, comenta.

En segundo lugar, la puesta en marcha del servicio de custodia de criptoactivos tras la obtención de la licencia por parte de la CNMV. Esto ha constituido uno de los hitos más recientes y diferenciales de Cecabank, al haberse convertido en uno de los tres bancos españoles en recibir esa autorización, adelantándose al mercado. Y tercero, haberse incorporado como miembro directo de la Cámara de Derivados Europea y del CSD portugués, lo que les permitirá acompañar con nuevas propuestas a sus clientes con una fuerte presencia en el país.

Entretanto, la entidad también avanza en medios de pago (con proyectos de adquirencia y cajeros internacionales en Portugal, Italia y Grecia) y en tesorería, con la creación de una agencia de securities finance a la espera de que se apruebe la normativa sobre préstamo de valores en España.

Tecnología: eje fundamental del futuro de la banca

Para Ainhoa Jáuregui, la innovación es uno de los ejes fundamentales del futuro de la banca. “En España tenemos un grado de digitalización muy relevante, pero el mercado demanda cada vez más velocidad. La inmediatez es el gran reto para el futuro”, explica. Esa exigencia se traduce en pagos inmediatos interconectados, contratación digital de productos y liquidaciones en plazos cada vez más cortos. El gran reto, insiste, “es conjugar la agilidad que reclama el mercado con la seguridad que constituye la esencia de la confianza bancaria”.

Esta inmediatez tiene mucho que ver en el acortamiento del ciclo de liquidación de T+2 a T+1 que prepara Europa para octubre de 2027. “La gestión de la liquidez se desplaza de un enfoque de fin de día a un control intradía, en múltiples divisas y con riesgos de tipo de cambio y colaterales que exigen una reacción rápida”, insiste.

La respuesta de Cecabank pasa por combinar “seguridad, agilidad y resiliencia. Hacerlo sin tecnología y sin personas, es imposible”, resume la CEO de la entidad. Esa es la ecuación que guía la transformación de un banco que busca ampliar su alcance internacional con un modelo diferencial: independiente y sin negocio retail ni gestión de activos.

Esa visión obliga también a repensar la inversión en nuevas capacidades digitales. Cecabank no busca estar presente en todas las innovaciones de forma directa, sino equilibrar inversión y alianzas con socios tecnológicos estratégicos. “En el mundo de la tecnología no puedes estar presente en todas las innovaciones emergentes y realizar una inversión importante en cada una de ellas. Unas veces ves clara la inversión, y otras, la alianza. Todo el sector tendrá que apostar por esa estrategia mixta”, afirma Jáuregui. En su opinión, la automatización, impulsada por la inteligencia artificial, será otro paso imprescindible, ya que permitirá acelerar tiempos de respuesta sin perder precisión ni eficiencia.

Regulación: siempre una oportunidad

Otro de los catalizadores en la evolución de Cecabank es la regulación, concebida no como obstáculo sino “como uno de los pilares de nuestro negocio”.  En el marco del nuevo plan estratégico, Cecabank ha aprovechado para incorporar a Elisa Ricón como directora de Regulación, hasta ahora directora general de Inverco. “Nosotros estamos presentes desde que una norma empieza a debatirse hasta su entrada en vigor. Estar en todo el proceso de seguimiento nos permite reflexionar sobre cómo se tiene que concretar la medida y posicionarnos en una situación ventajosa para trasladarlo a los servicios que ofrecemos a los clientes”, explica. Un claro ejemplo ha sido DORA, el Reglamento de Resiliencia Operativa Digital, para el que ya se habían ido preparando de manera anticipada. “La regulación para nosotros es siempre una oportunidad”, subraya.

Entrevista por Arantxa Rubio.

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