

47
Información con Relevancia Prudencial 2014 Políticas y objetivos de gestión de riesgos|
Riesgo de crédito | Riesgos asociados a la cartera de negociación|
Riesgo operacional|
Riesgo de cumplimiento normativo | Riesgo en instrumentos de capital no incluidos en la cartera de negociación | Riesgo de tipo de interés de balance | Riesgo de liquidez|
Otros riesgos | Definiciones de morosidad y de “posiciones deterioradas” y criterios aplicados para determinar el importe de las pérdidas por deterioro|
Información sobre remuneraciones ANEXOSAnálisis del riesgo
de crédito
El proceso de evaluación de
la calidad crediticia de las
contrapartidas y el de asignación
de límites está estrechamente
ligado. Así, se asigna una
calificación interna a las
distintas contrapartidas con
las que se desea trabajar. Esta
calificación interna contribuye,
al establecimiento del importe
máximo de riesgo a asumir con
cada entidad. También constituye
la base para la admisión y
seguimiento del riesgo.
La calificación es el resultado
del análisis de diversos factores
cuantitativos y cualitativos,
que son valorados de forma
independiente y reciben una
ponderación específica para el
cálculo de la calificación final.
El resultado es una valoración
independiente de los analistas,
que aglutina la percepción de la
calidad crediticia de las entidades
con las que se quiere operar.
Seguimiento y Control del
riesgo de crédito
El seguimiento del riesgo de
crédito se efectúa mediante una
gestión activa de las carteras. El
objetivo fundamental consiste
en detectar con antelación
suficiente aquellas contrapartidas
que pudieran registrar algún
deterioro en su calidad crediticia.
El seguimiento sistemático permite
clasificar toda la cartera en
contrapartidas de riesgo normal
y contrapartidas en vigilancia
especial. Cabe añadir que todas
las contrapartidas de esta última
categoría tienen asignada una
política de actuación, que puede
variar desde simplemente revisar
la evolución de su calidad crediticia
hasta congelar toda la operativa, y
un plazo de revisión de la misma.
Al igual que en el proceso de
análisis, los ratings son un eje más
del proceso de seguimiento del
riesgo, además del país y tipo de
negocio, entre otras variables.
Adicionalmente, y como parte
del seguimiento de los riesgos de
crédito asumidos por la operativa
de mercados, en colaboración con
la Asesoría Jurídica se gestiona
de manera activa y se efectúa el
seguimiento de la adecuación de
la documentación contractual que
sustenta la operativa.
El proceso de control lo conforma
toda la actividad relacionada con
la verificación permanente del
cumplimiento de todos los límites
de riesgo de crédito, contraparte y
liquidación establecidos, la gestión
y reporting de excedidos, así como
el mantenimiento y actualización
de las parametrizaciones de los
productos, clientes, países, grupos
económicos, ratings, contratos
de compensación contractual
y garantías financieras, en las
herramientas de control.
Estructura de límites
de riesgos
La estructura general de límites
de riesgo de crédito (enmarcada
dentro del Marco de Tolerancia
al Riesgo) está dividida en dos
grandes grupos.
Por un lado se encuentran
los límites otorgados a una
contrapartida de forma individual.
Por otro lado, se encuentran
una serie de límites asociados
a determinadas actividades:
los límites por riesgo país y los
límites operativos para la renta
fija privada y para la actividad de
renta variable, entre otros.
Metodología de medición del
riesgo de crédito
La metodología aplicada para el
cálculo de la exposición por riesgo
de crédito es la estándar prevista
en la Normativa de Solvencia.
En este sentido, con carácter
general, se calcula como la suma
de la exposición actual o valor de
mercado (
mark to market
) más un
coeficiente (
add-on
) que recoge la
exposición potencial futura.
Las herramientas de gestión
proporcionan información sobre el
consumo de límites en tiempo real
para cada contrapartida y grupo
económico, permitiendo realizar
un seguimiento continuado
de cualquier modificación y/o
excedido en los límites.
La existencia de garantías y
colaterales son considerados a
efectos de un menor consumo
del riesgo de crédito en las
operaciones amparadas por los
mismos, también de acuerdo con
los criterios establecidos en la
regulación vigente.